Autor: CP Diego Ponzio. Especialista en Finanzas.
Actividad Económica
El nivel de actividad reflejado en el EMAE a octubre (estimador mensual de la actividad económica), disminuyó un 0,9% respecto al mismo mes del año anterior. En relación a Setiembre, se incrementó en un 1,9% desestacionalizado (principalmente por el adelantamiento de las operaciones previas a las elecciones presidenciales), y cae un 2.3% en forma acumulada (enero a octubre).
El PBI, reflejó una caída del 2.5% en el primer semestre, respecto al mismo semestre del año 2018, pese a la expansión del sector agrícola.
La cantidad de empleo formal disminuyó un 7,78 % i.a. en setiembre, y la tasa de desocupación global disminuyó a 9,76% en el tercer trimestre de 2019.
El índice de Producción Industrial arrastra una caída acumulada de enero a noviembre del 6,9%. La capacidad instalada utilizada, se ubicó a octubre en un 62,1%.
La actividad muestra leves señales de recuperación, aunque aún es muy temprano para asegurar una tendencia.
Precios y Salarios
En los últimos meses y luego de las elecciones PASO, se observó una fuerte aceleración la inflación. En noviembre, el índice de inflación registro una suba del 4.3%, siendo el acumulado en los últimos 12 meses de 52,1%. La escalada del tipo de cambio post PASO, impactó de lleno en los precios, dado el efecto pass through.
El salario nominal bruto (mediana), ascendió a AR$39.893 en Octubre, con un crecimiento i.a. del 45.30%, lo cual refleja una caída en términos reales del 7%.
Sector Fiscal
El resultado fiscal primario de enero a noviembre ascendió a AR$25.021 MM. Sin embargo, el resultado financiero (última línea), arrojó un resultado negativo de AR-$594.005MM, dado por el incremento del 86,7% de los intereses de la deuda.
Sector Externo
En el período enero a octubre, se produjo un superávit comercial dado por un aumento del 5.80% de las exportaciones, y una fuerte caída de las importaciones del 25,30%, producto de la extensa y profunda recesión de la economía. El saldo comercial del período bajo análisis ascendió a USD13.710MM.
Con el aumento en el tipo de cambio real (siempre y cuando el T.C. nominal acompañe a la inflación) y la consecuente mejora en la competitividad de los productos transables, el saldo de la balanza comercial debería mantenerse en los próximos meses.
Sector Monetario y Financiero
La base monetaria se incrementó un 15.41% en el último mes, ascendiendo a AR$1896MM. La tasa de política monetaria (Leliq) está en el piso establecido por el COPOM del BCRA del 550%. El stock de Leliqs descendió a AR$752.000MM (40% de la B.M.), como contracara de la emisión monetaria.
Las reservas internacionales brutas ascienden a USD44.778MM, siendo las de libre disponibilidad de USD11.000 Aprox.
El BCRA continúa “comprando” el superávit comercial, siendo el único jugador en el mercado de cambios, dado el duro cepo establecido y el impuesto PAIS del 30% establecido para la compra de dólares.
Commodities
La soja Chicago refleja una suba anual del 5,8%, ubicándose en USD341.
El oro sigue siendo refugio de valor, ubicándose en USD1509 la Onza Troy, con un incremento del 18,2% durante todo 2019.
En lo que va del año, las mayores ganancias se registran para la carne, con una suba del 70% en pesos y un valor de $80,88, que comienza a tomar relevancia con un dólar estable. El petróleo, por su parte, acumuló ganancias en torno al 36,7%.
Mercado de Valores
Durante el año 2019, el S&P Merval registró una suba de 37,56% en pesos, aunque la depreciación del tipo de cambio implicó caídas en dólares de 13,35% considerando dólar bancos y 32,8% si se toma el tipo de cambio implícito MEP (también llamado dólar bolsa).
En el 2019, el Índice de Bonos del Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IBIAMC) fue un 40,6% mayor al valor a fin de 2018. No obstante, si se ajusta esta suba por la variación del tipo de cambio (bancos TCV), se observa que el IBIAMC retrocedió un 11,4% anual.
Durante el último mes del año 2019 subieron fuertemente tanto el índice Merval como el de bonos, reflejando la buena recepción del mercado al paquete de ajuste aprobado por el Congreso.
El ajuste fiscal incluido dentro del aumento impositivo y la licuación de jubilaciones fue interpretado por el mercado como una señal positiva en las vísperas de la negociación de la deuda. La posibilidad de que las cuentas públicas estén mostrando superávit primario en unos pocos trimestres, es el factor que mantiene la compra de bonos de la deuda argentina, provocando una leve baja en el riesgo país argentino.
Conclusiones:
Ya con el nuevo Gobierno en funciones, la economía del año 2020 va a estar signada por lo que ocurra en el primer trimestre del año.
La clave estará en la capacidad y velocidad de negociación de la deuda, ya que cuanto más se demore en llegar a un acuerdo, se deberá seguir pagando la deuda exigible, para no entrar en default. La voluntad de pago del gobierno es explícita. En caso de no poder lograr una negociación exitosa, el impacto de una cesación de pagos impactaría muy negativamente en las variables macroeconómicas y en la cadena de pagos global.
La Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva busca asegurar el superávit primario de las cuentas públicas, además de asegurarse los dólares (a través del impuesto PAIS que encarece un 30% la compra de dólares y el turismo emisivo) para intentar reactivar la economía y enfrentar los pagos de deuda en dólares.
Si bien dicha ley busca paliar la dramática situación de los sectores más vulnerables y dinamizar el consumo, tiene como contracara un incremento de la carga fiscal de los sectores medios y medios altos, lo que podría contrarrestar el aumento del consumo deseado y la inversión.
Respecto a la brecha cambiaria entre el dólar paralelo – MEP y CCL versus el oficial, dependerá de la confianza interna y de la gestión del Banco Central en el próximo trimestre, ya que el incremento de la emisión monetaria de diciembre fue absorbida por una mayor demanda de dinero estacional (SAC, las fiestas y las vacaciones). Si cae la demanda de dinero (en pesos), los pesos circulantes pueden presionar la compra del dólar paralelo y así ampliar la brecha, teniendo un posible impacto sobre los precios y la inflación.
Por otro lado, la continuidad de un cepo “hard”, repele la Inversión Extranjera Directa (IED), por la imposibilidad genuina de girar dividendos al exterior.
En cuanto a lo micro, se tornará clave gestionar el flujo de fondos de cada empresa en forma conservadora, manteniendo a raya los gastos de estructura, siendo muy eficiente en los costos variables, a la espera de la baja de la tasa de interés, lo cual provocaría una recuperación gradual en los próximos trimestres. Esto último se debe verificar con una tendencia que consolide las señales de reactivación de la actividad, a través del mercado interno y las exportaciones.